La dificultad o imposibilidad de tener un hijo es un dolor del “alma”.
Es importante entender que con un diagnóstico de infertilidad, nos encontramos vulnerables. El hecho de buscar durante un año aproximadamente un/a hijo/a que no llega genera sentimientos de vacío, culpabilidad e impotencia que puede llegar a provocar, paradójicamente, problemas en la pareja, bien por acusaciones implícitas o explícitas sobre las causas, bien por desplazar el deseo de estar en pareja al deseo de tener un/a hijo/a, con lo que la vida en pareja se vacía de significado si no se logra.
Por ello, es necesario conocer que la búsqueda de la paternidad/maternidad puede ser un proceso largo y duro, para lo que vamos a necesitar dotarnos de herramientas.